Hoy os traigo una receta que tengo preparada y en el olvido desde hace más de lo que debería pero… ¡¡más vale tarde que nunca!! Es una pasada cómo queda de rica, de verdad.
La receta me la pasó Tesimpasta, si aún no la conocéis ya tardáis en ir a su cuenta de Instagram. Enseña mucho sobre pasta fresca y otras recetas italianas que os van a encantar, así como otras tradicionales de su familia. ¡Y encima ella es un encanto!
Así que aquí os dejo cómo la he hecho para que vosotros también la podáis hacer si os apetece. 😊
INGREDIENTES:
Con estos ingredientes yo he tenido para hacer una crostata en un molde desmoldable de 20 cm de diámetro como este.
- 1 Huevo L
- 1 Yema de Huevo L
- 100 gr Mantequilla Fría
- 120 gr Azúcar
- 350 gr Harina
- 1/4 Vaso Licor o Vino Dulce
- Ralladura de 1/2 Limón
- 7 gr Levadura Química
- Relleno a elegir: Mermelada casera (yo puse de albaricoque), mermelada de bote, crema de cacao, crema pastelera…
ELABORACIÓN:
- Para empezar ponemos la harina, la levadura y la mantequilla en el bol de la amasadora y mezclamos con la pala hasta conseguir una mezcla con textura de arena.
- Una vez esté, añadimos el azúcar y la ralladura y seguimos mezclando hasta que esté homogénea la masa.
- Seguidamente incorporamos el huevo y la yema previamente batidos y también el vino, hasta que la masa quede como a trozos, en diferentes trozos. Paramos la masa y terminamos de amasar y de hacer una mezcla compacta con las manos.
- Ponemos ahora entre dos papeles vegetales y estiramos a unos 4 mm de grosor hasta que esté lisa. Ponemos en el molde y cortamos los bordes con ayuda de un rodillo.
- Rellenamos y decoramos por encima al gusto.
- Una vez esté, llevamos el horno precalentado ya a 180º y dejamos hasta que se dore. En mi caso estuvo unos 35 minutos.
Los recortes de la masa no los tiramos, podemos hornearlos para hacer unas galletas de pasta frolla.
Un detalle importante es que una vez hecha se puede congelar perfectamente. Luego se descongela a temperatura ambiente y deliciosa. ¡Ah! Y se puede tomar fría o templada, de ambas formas está deliciosa.
Y hasta aquí mi propuesta de hoy, ¡espero que os guste mucho y os animéis de verdad a hacerla! No es nada difícil y se disfruta muchísimo.
