Si me seguís por Instagram ya sabéis que estoy a vueltas con los panes de masa madre. Son una delicia pero yo aún no termino de cogerles el punto. Me quedan buenos, sí, pero o no suben lo que tienen que subir o me dan otros problemas y hasta que eso no se solucione, no llegarán al blog.
Además, para no frustrarme del todo y agobiarme con ellos, los voy alternando con otras recetas de pan fácil con levadura. Con prefermentos o poca levadura y largos tiempos de fermentación. Un ejemplo es esta receta que tenéis en el blog desde hace tiempo y otro, este que os traigo hoy.
En esta ocasión es una receta del libro “Pan Casero“, de Ibán Yarza. Este fue el primer libro de pan que llegó a mi estantería, lo he leído entero y probado muchas de sus recetas, aunque aún me quedan muchas por hacer. Sólo os diré que todas las que he probado han salido perfectas, incluso algunas con modificaciones que me he atrevido a hacerles. Pues eso, ¡que os lo recomiendo muy mucho! 😉👌
Así que nada, os dejo esta receta sin amasado que estoy segura que os va a gustar. ¿Vamos por ello?
INGREDIENTES:
- 475 gr Harina Panificable
- 25 gr Harina Integral (de la que tengáis, trigo, centeno, espelta…)
- 330 gr Agua
- 10 gr Sal Fina
- 5 gr de Levadura Fresca o 1,5 gr de Levadura Seca de Panadería
- Semillas al gusto para decorar (en el libro recomiendan 150 gr)
ELABORACIÓN:
- Empezamos con el agua, calentándola ligeramente para que esté a unos 25º. Cuando la tengamos, disolvemos la levadura en ella muy bien.
- A continuación, ponemos todos los ingredientes en el bol (o en la amasadora) y los mezclamos hasta que quede integrado.
- Tendremos una masa pegajosa que dejaremos reposar 5 minutos.
- Tras este pequeño reposo, le haremos unos pliegues sobre sí misma (tipo pañuelo) y la cubriremos en el bol.
- Dejamos fuera de la nevera una media hora para que se inicie el proceso de fermentación y seguidamente la llevaremos a la nevera.
- Dejaremos en nevera hasta el día siguiente, que veamos que ha crecido. Si no fuera el caso, sacamos de la nevera y dejamos que leve a temperatura ambiente. Esto puede ser porque haya estado poco tiempo en nevera o porque la metiéramos al frigo antes de que empezara la fermentación y con la temperatura tan baja la paramos.
- Cuando ya haya levado, enharinamos ligeramente la superficie y vertemos la masa encima con cuidado.
- Cortamos a lo largo dos porciones lo más iguales posible en peso.
- Ya tendríamos las piezas y ahora vamos a decorarlas. Para ello, las humedecemos y las rebozamos por las semillas elegidas.
- Una vez estén, las ponemos sobre un papel de hornear o teflón y las giramos con cuidado para darle más fuerza a la superficie y para que tengan esa forma tan peculiar.
- Las dejamos fermentar a temperatura ambiente cubiertas por un paño de lino.
- Precalentamos el horno a 250º con vapor en el interior y, llegado el momento, metemos las barras. Tras 10 minutos de horneado abrimos y retiramos el vapor.
- Bajamos el horno a 220º y dejamos que se hornee durante otros 25 minutos. Para que se queden más crujientes, yo apago el horno al terminar, le dejo la puerta semi abierta y dejo 5/10 minutos en el interior.
- Luego, sacamos y dejamos que se enfríe por completo sobre una rejilla.
Con estas cantidades tenéis para dos piezas de pan, así que podéis hacer la mitad si no estáis muy segur@s y preferís probar primero.
Si creéis que es mucha cantidad de pan para lo que consumís en casa podéis también cortar los trozos y meterlo en el congelador en una bolsa o recipiente herméticos. Para descongelar, con sacarlo un rato antes del congelador y darle un golpe de calor en el tostador, tenéis un pan como recién hecho.
¿Os ha gustado la receta? Espero que sí y que os lancéis a probarla, es súper sencilla y ya os digo que también deliciosa. 😋