No es normal que yo venga por aquí un domingo pero es que hoy es el Bundt Cake Day y había que celebrarlo sin duda. Así que hoy os traigo esta receta que llevaba mucho queriendo hacer, un bundt de cerveza negra que he versionado de esta receta de I Love Bundt Cakes y, como todas las de su blog, es un acierto seguro.
Para hacerlo he utilizado mi primer molde Nordic Ware, el modelo Heritage (lo podéis encontrar aquí). Además, os dejo el enlace a la tienda de Claudia & Julia donde podéis encontrar muchos de los modelos de Bundt Cake, ¡lo difícil será elegir!
Y ahora sin más, ¡os dejo con la receta y os deseo un muy feliz día!
INGREDIENTES:
- 200 gr Cerveza Negra (yo usé de la marca Guinnes)
- 200 gr Mantequilla
- 70 gr Cacao Puro en Polvo
- 160 gr Azúcar
- 250 gr Harina
- 3 Huevos M
- 2,5 cucharadita Bicarbonato
- 1 cucharadita Pasta de Vainilla
- 140 gr Nata de Montar (35% MG)
- 100 gr Chocolate Negro Picado (yo puse del 52% de cacao)
ELABORACIÓN:
- Encendemos de inicio el horno para que vaya alcanzando la temperatura deseada, 175º con calor arriba y abajo sin ventilador.
- Para la receta calentamos la cerveza y cuando tenga algo de temperatura incorporamos la mantequilla para que se funda. Vamos moviendo y cuando esté todo integrado retiramos del calor y reservamos.
- En un bol tamizamos el cacao, la harina y el bicarbonato y mezclamos con el azúcar y el chocolate picado. Reservamos.
- Ahora ponemos en el bol de la amasadora (o en un bol grande para usar las varillas) los huevos, la nata y la vainilla y mezclamos a velocidad media-baja.
- Seguidamente incorporamos la cerveza con la mantequilla a velocidad baja.
- Cuando esté todo integrado vamos añadiendo la mezcla de ingredientes secos tamizados en varias tandas.
- Una vez listo, vertemos la masa en el molde previamente engrasado y llevamos al horno durante unos 45 minutos o hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio.
- Sacamos del horno y dejamos que se temple sobre una rejilla durante 10/15 minutos. Pasado ese tiempo damos unos golpes suaves al molde para que se despegue, giramos con cuidado y dejamos que el bizcocho se enfríe por completo sobre la rejilla.
Podéis dejar el bizcocho tal cual, cubrirlo con una ganache de chocolate o acompañarlo con crema de queso. ¡Según el gusto de quiénes lo vayan a tomar!