Ya sabéis que me encanta el queso, así que nunca me resisto a probar una receta que lo incluya. En este caso os traigo un postre perfecto para una comida o cena, un clásico flan de queso pero con un punto cremoso que le da el queso… ¡indescriptible!
¿No se os hace la boca agua? Yo lo recuerdo y pienso que ya estoy tardando en repetirlo… 😋
INGREDIENTES:
- 500gr Queso Mascarpone (a temperatura ambiente)
- 1 Cucharada de Queso Parmesano Rallado
- 6 Huevos L
- 250ml Leche Entera
- 180ml Leche Condensada
- Caramelo: 150gr Azúcar y Zumo de Limón (unas gotas)
Con esta cantidad yo hice 12 pequeñitos y uno bastante grande, así que podéis usar la mitad si no queréis que os salgan tantos.
ELABORACIÓN:
- Lo primero que hacemos es preparar el caramelo y los moldes. Para ello, ponemos en un cazo a fuego medio el azúcar con unas gotas de limón. Tenemos que esperar que el azúcar se derrita y se tueste para conseguir así el caramelo. Cuando empiece a tener un color dorado removemos con una cuchara y lo vertemos sobre los moldes aptos para horno, esparciéndolo lo mejor posible.
- Luego, en un bol grande, batimos bien los 6 huevos con una batidora de varillas y cuando estén le vamos añadiendo el resto de ingredientes: el queso mascarpone, el parmesano, la leche entera y la leche condensada. Seguimos batiendo hasta obtener una crema homogénea.
- Cogemos esa mezcla y la repartimos en los moldes que ya teníamos preparados.
- Los ponemos dentro de una bandeja con un poco de agua y los horneamos al baño María a 170º durante unos 35 minutos.
- Pasado ese tiempo, dejamos enfriar y los desmoldamos cuando vayamos a comerlos. Si se van a comer al día siguiente se conservan mejor en el molde que se hagan. Para facilitar el desmoldado podéis pasarle con cuidado un cuchillo fino por el borde y volcar rápido sobre la superficie que se vaya a comer.
¿No te apetece prepararlo para ya? Venga, ni te lo pienses. ¡No se tarta nada en hacer y es un postre de lujo! 😉
